La Fiscalía del Principado de Asturias (Sección Territorial de Langreo) pide tres años y medio de prisión para un acusado de un accidente por exceso de velocidad ocurrido en 2018, en el que murieron dos de sus amigos y otros dos resultaron heridos, uno de los cuales iba transmitiendo la carrera por Instagram.

Hacía un mes y seis días que el conductor había sacado el carnet.

El juicio se celebra hoy, en el Juzgado de lo Penal número 1 de Langreo.

La Fiscalía le imputa dos delitos de homicidio por imprudencia grave y un delito de lesiones por imprudencia grave, en concurso ideal entre ellos.

Además de la pena de cárcel, reclama cuatro años y medio de retirada del carné de conducir.

LOS HECHOS, SEGÚN LA FISCALÍA

Según relata el representante del Ministerio Fiscal en su escrito de acusación, el 25 de noviembre de 2018, sobre las 20.30 horas, el acusado circulaba por la carretera AS-338 (El Entrego-Taballes) a bordo de un Renault Megane, asegurado en la compañía de seguros Generali SA.

Señala que en el coche iban también cuatro pasajeros. Uno de ellos, que identifica como 1, viajaba en el asiento delantero derecho; otro, identificado como 2, en asiento trasero izquierdo; otro, identificado como 3, ocupaba el asiento trasero central y un cuarto, el asiento derecho trasero.

El acusado, conductor novel, pues hacía un mes y seis días que poseía la licencia para conducir vehículos a motor, se dirigía desde el aparcamiento del centro comercial Alcampo hacia La Felguera con la intención de tomar algo con sus amigos que le acompañaban en el coche, pero en lugar de tomar la carretera AS-117, más directa, lo hizo a través de la carretera de la Gueria hacia El Entrego, expone la Fiscalía.

Indica que durante el trayecto, el pasajero identificado como 4 iba realizando una emisión en directo a través de Instagran, mientras el acusado circulaba a una velocidad excesiva, hasta el punto de que alguno de los ocupantes le decía reiteradamente “ir despacio, ir despacio”, cosa que el acusado no hizo.

Según manifiesta el Ministerio Público, al llegar a un tramo, a la altura del punto kilométrico 1,200 de esa carretera, con una limitación específica para la vía en ese punto de 50 km/hora, y con una curva pronunciada a la derecha, estando la calzada seca, limpia y con buena visibilidad, como consecuencia de la velocidad excesiva, el copiloto gritó al acusado: “Kike, la curva, nos la vamos a comer”.

Afirma que el acusado no pudo reaccionar, no accionó el sistema de frenada e intentó realizar un giro brusco a la izquierda para tratar de corregir la dirección, sin conseguirlo. «Así, se salió de la vía por el margen izquierdo, colisionando con mucha fuerza con la valla protectora y cayendo el vehículo, tras salir despedido varios metros por el aire, en un terraplén, volcando a continuación», prosigue su relato.

El coche quedó prácticamente destrozado tras el impacto, volcado sobre el techo.

El Ministerio Público destaca que tras la colisión, a través del directo se escuchaba cómo los ocupantes del vehículo gritaban “llamar a la policía y a la ambulancia”.

Personadas en el lugar del siniestro distintas dotaciones de los servicios de seguridad, tuvo que intervenir una dotación de bomberos para excarcelar los pasajeros 2 y 3, que habían quedado en el interior del vehículo.

Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico comprobaron que la palanca de cambios había quedado engranada y bloqueada en la cuarta marcha, tras la inspección ocular del vehículo tras el siniestro.

Como consecuencia de la colisión, uno de los pasajeros, una joven nacida en 1998, identificada como dos, falleció en el mismo lugar del accidente. La Fiscalía apunta que no llevaba cinturón de seguridad.

Informa que otro de los ocupantes, identificado como 3 y nacido en 1994, fue evacuado, ante la gravedad de su estado, al Hospital Central de Asturias, falleciendo el 11 de enero de 2019. El Ministerio Público indica que tampoco llevaba cinturón de seguridad.

El pasajero identificado como 4, nacido en agosto de 2001, fue evacuado al Hospital Central de Asturias con distintas heridas, y el último ocupante del vehículo, 1, nacido en abril de 1998, también resultó con lesiones. Estos dos últimos llevaban cinturón de seguridad.

Todos los perjudicados por el siniestro del vehículo han renunciado a las acciones civiles que pudieran corresponderles, al haber sido debidamente indemnizados por la compañía aseguradora.

Como consecuencia de la caída de vehículo por el terraplén, el mismo ocasionó desperfectos en una portilla y un muro de piedra, por valor de 1.069,13 euros. También en una caseta de aperos, por valor de 6.141,08 euros, que detuvo la marcha del vehículo.

La Fiscalía solicita que el acusado, con la responsabilidad civil directa de la compañía de seguros Generali SA, indemnice a la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del territorio y Urbanismo del Principado de Asturias por los desperfectos en la barrera protectora con 2.389,75 euros; a un propietario por los desperfectos ocasionados en la portilla y muro de piedra con 1.069,13 euros; y a otro por los desperfectos en la caseta de aperos con 6.141,08 euros, todo ello más los intereses legales correspondientes.

FUENTE: Confilegal (Rosalina Moreno)