La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a seis meses de prisión al conductor de un vehículo que tras colisionar con un motorista continuó su camino sin socorrerlo.

El condenado es J. E. O., de 35 años.

Es una sentencia de conformidad.

El Ministerio Público pedía inicialmente un año de prisión.

El acusado reconoció los hechos y el Ministerio Fiscal rebajó la petición de condena a seis meses.

La resolución ha sido dictada por el magistrado presidente del jurado, Ernesto Sagüillo Tejerina, de acuerdo al escrito de conformidad conjunto presentado por la defensa, la Fiscalía y la acusación particular, en el que se reconoce al conductor del coche como autor de un delito de omisión del deber de socorro, merecedor de una condena de seis meses de prisión.

Debido a que el escrito de conformidad se presentó un día antes de la fecha señalada para el juicio, el jurado no llegó a constituirse y la vista oral no se celebró.

La sentencia, número 61/2021, está fechada a 5 de marzo y se ha conocido hoy.

Es firme.

Los hechos ocurrieron el 19 de noviembre de 2018, sobre las 20.20 horas.

El magistrado relata en la sentencia que el condenado conducía su vehículo por una calle y al incorporarse a otra vía chocó lateralmente con una motocicleta, que salió de la carretera “desplazándose todavía unos 80 metros descontroladamente, hasta caer al suelo”.

Precisa que el motorista «no respetó» la preferencia general de que a falta de señalización específica rige la obligación de ceder el paso a los vehículos que circulen por su derecha, situación en la que se encontraba el vehículo.

Sagüillo Tejerina destaca la «violencia del golpe”, pues los airbags del vehículo del condenado “habían saltado y tenía un reguero de pequeños cristales por sus brazos y vestimenta al haberse roto su ventanilla”, que le provocaron “lesiones o arañazos superficiales múltiples”.

A pesar de ello, “lejos de parar, interesarse y ayudar al conductor de la motocicleta, con evidente intención y falta de solidaridad, abandonó al accidentado herido y desprotegido en una zona semiurbana, pero con poca circulación a esas horas”, «no habiendo nada que le impidiera ayudarle, ni que pusiera en peligro su integridad física».

«No solo no auxilió de ningún modo al motorista, ni siquiera llamó a emergencias», precisa el magistrado.

Añade que continuó la marcha, deteniéndose cientos de metros más adelante, momento en el que «sólo se preocupó de sí mismo”.

Llamó a la novia, a la que esperó unos 30 minutos, para volver después al lugar el accidente, “donde, dice, no encontraron ningún vestigio del fuerte accidente ocurrido”.

El motorista tuvo que ser evacuado por una ambulancia, tras avisar a emergencias un conductor que pasó por el lugar pocos minutos después de los hechos.

Al día siguiente, el condenado acudió a la Policía Local de Castro Urdiales, donde se le tomó declaración como participante en el accidente.

El motorista sufrió heridas de consideración, que «le impedían la movilidad por sí mismo, con un importante traumatismo en el tobillo derecho y diversas abrasiones y erosiones, que necesitaron de tratamiento médico para su curación, sutura, ortopedia y rehabilitación».

FUENTE: Confilegal (Rosalina Moreno)