Dedicar parte del esfuerzo de tu despacho de abogados a la comunicación es clave para definirse en el mercado, ganarse un hueco y explorar nuevos caminos. Pero ¿cómo hacerlo de forma realmente efectiva? ¿Cuándo estamos tirando el dinero en comunicación para nuestro despacho y hasta qué punto somos responsables de ello? Dado que la mayor parte de los despachos de abogados en España son de pequeño o mediano tamaño, las agencias de comunicación externas son la opción preferida por muchos abogados a la hora de tratar este área. Acudir a estas agencias puede suponer un importante ahorro de costes con respecto a la creación de un departamento interno, ofreciendo a la vez una alta especialización y una amplia variedad de herramientas. Sin embargo, la relación cliente-agencia se convierte a veces en la causa del fracaso de esta relación y, con ello, de tus metas en el área de comunicación legal.

Por eso, en este artículo queremos analizar varios puntos que te permitirán optimizar tu inversión en comunicación para tu despacho… y ofrecerte algunas pautas para evitar tirar el dinero. Sobre todo, el objetivo es lograr que tanto tú como tu agencia de comunicación tengáis una relación fluida y veáis resultados tangibles. Y es que no sólo es frustrante para el abogado esperar resultados que no llegan, sino que también la otra parte de la ecuación sufre el descontento de no poder dar a su cliente lo que necesita, haciendo valer su trabajo.
5 formas de rentabilizar tu inversión en comunicación legal

1.    Ten clara tu meta

Si no sabemos a dónde queremos llegar… difícilmente podremos llegar a meta alguna. Muchas veces falla un ejercicio tan básico como mirar hacia dentro y analizar quiénes somos, qué podemos y queremos ofrecer, dónde creemos que está nuestro hueco… Y valernos de todas las herramientas objetivas a nuestro alcance para definir de qué forma actuar. ¿Con quién compito? ¿Quién es mi cliente potencial? ¿Qué me distingue del resto? ¿A qué volumen o estructura me gustaría llegar? Hay que aprender también a ser flexible e identificar oportunidades de mercado al hilo de la actualidad: lo que nos definía hace unos años no puede permanecer vigente a lo largo de toda la vida de la empresa, y lo que nos proporcionaba éxito entonces puede cambiar -y cambia- en un abrir y cerrar de ojos.

¿Cómo mejorar?

Tu agencia de comunicación puede ayudarte a poner el foco en lo importante y a hacerte las preguntas adecuadas antes de comenzar a actuar. También a definirte en tu entorno, a conocer datos objetivos sobre en qué ámbito te mueves y a estudiar de qué forma llegar a quien necesites a través de distintas herramientas y canales. Pero inevitablemente chocaremos con una barrera, que es la de tus deseos y objetivos: ¡no podemos entrar en tu cabeza! Sobre todo, pon mucho cuidado a la hora de definirte y de decidir a quién quieres atraer como cliente, porque toda la estrategia de comunicación se basará en ello.

2.    Apasiónate por tu trabajo

No hay nada peor que la desidia en la forma de comunicar. Nada es más evidente o resta más a la hora de atraer a un posible cliente que la falta de pasión. Y más en tiempos en que el marketing y la comunicación se han vuelto más emocionales que nunca. Buscamos, como público, ‘enamorarnos’ de la marca que consumimos, y eso se aplica también a la abogacía. Piensa que, en un sector tan poco atractivo a simple vista como el legal -vender servicios jurídicos nunca será tan agradecido como vender ropa o productos gourmet-, todo plus de humanidad y de ganas de ser útil resulta clave para diferenciarte.

¿Cómo mejorar?

Demuestra tu pasión por tu trabajo proponiendo ideas, compartiendo contenido con tu agencia, estando pendiente de la actualidad y diseñando nuevas soluciones para tu público. En definitiva, toma un rol activo en la comunicación de tu despacho. Delegar esta tarea en expertos no significa que no tengas nada que decir: nadie como tú conoce tu negocio, y comunicarle a tu agencia con frecuencia ideas y posibles formas de trabajar ayuda a construir una espiral creativa con la que seguro que saldrás ganando. Se trata de trabajar juntos para crecer exponencialmente: cuanto más aportes, más fácil será ayudarte a crecer y más motivada estará tu agencia para llevarte muy lejos.

3.    Coloca la comunicación en un plano principal

Si piensas en tu agencia de comunicación o departamento interno como algo secundario… ¡Error! Y este fallo es, quizás, el más común de todos. Dedicarle a la comunicación con tu agencia tan sólo tus pequeños huecos libres y no asumir un rol activo juega completamente en tu contra y hará que tu esfuerzo económico se vea menos rentabilizado. Por mucho que tu agencia sea especializada y sepa qué temas son de actualidad y cómo transmitirlos, la comunicación debe ser lo más personal posible… y para eso hace falta tu implicación personal y la de tu equipo.

¿Cómo mejorar?

Mantén un contacto constante con tu persona de confianza en la agencia: pásale comentarios, noticias, sentencias ganadas, ideas… Cualquier cosa que pueda utilizar en tu favor dándole forma y derivándola a los canales adecuados. No tardes en contestar cuando se te requiera una valoración pensada para medios de comunicación -las noticias caducan muy rápido- y, en definitiva, tómate el tiempo necesario para responder a tu agencia cuando demande algo de ti, dándole la misma prioridad que si de tu mejor cliente se tratara. El objetivo no es otro que tu propio beneficio.

4.    Confía en tu agencia

Para que tu estrategia sea efectiva, es necesario que confíes en el profesional o profesionales que se encargan de tu comunicación: pedir opinión a cualquier persona de tu entorno sobre tu nuevo logo o página web, solicitar cambios que provocarán una pérdida de valor, querer imponer una forma de transmitir un mensaje que puede resultar menos fructífera… En ocasiones, cuesta delegar las riendas de nuestra marca en otra persona u equipo y dejarse aconsejar. Y es comprensible: al fin y al cabo, se trata de tu marca.

¿Cómo mejorar?

Por supuesto, es importante plantear cualquier duda o sugerencia, aportar nuevos puntos de vista, marcar límites, definir líneas maestras… Enriquecer el debate. Pero no hay que perder nunca de vista que el único objetivo de tu agencia es que mejores en los aspectos que desees. Probablemente el equipo que elijas lleve años dedicándose a la comunicación legal y conozca al dedillo sus entresijos. Además, tu crecimiento es el mayor éxito que puede tener tu agencia. Si tú ganas, ellos ganan.

5.    Empatiza con tu público

A la hora de ayudar a tu agencia a elaborar mensajes para tu público, no olvides que lo que es importante no lo defines tú, sino tus clientes potenciales. De lo contrario, tu mensaje no llegará lejos. Por supuesto, tu agencia de comunicación está ahí para ayudarte en este área: te asistirá a la hora de identificar qué es importante y qué no para el público, cómo enfocarlo, en qué tiempo y forma debe ‘moverse’ tu mensaje… Todo con el fin de darle la forma necesaria para que pueda llegar al lugar adecuado y a la persona adecuada.

¿Cómo mejorar?

Este es un error muy frecuente que implica reeducarnos y aprender a ponernos en la piel del otro antes de comenzar a elaborar un mensaje. Si, por ejemplo, colaboras activamente en la redacción de textos para tu estrategia de marketing de contenidos, tenlo en cuenta antes de elegir temática e intenta ser claro, explicativo y directo. Lee, busca ideas para inspirarte, valora qué hace la competencia, indaga en temas de actualidad y plantéate qué dudas puede tener el ciudadano a las que tú puedas responder. Atiende también a las correcciones y apuntes de tu agencia: pueden enseñarte mucho de cara a futuras ocasiones.

FUENTE: Noticias Jurídicas